Todos queremos ser Presidente, Reyes o Reinas de Chile

Hace más de 80 años en Buenos Aires se publicó un libro que sólo quería mostrar la vida de pequeñas niñas en el Valle del Elqui. En aquellos años la convulsionada política chilena estaba dirigida por personajes como Pedro Aguirre Cerda o Juan Antonio Ríos. De estos políticos radicales, más identificados con la izquierda, pasamos a gobiernos de derecha, a la DC, a la UP, a 17 años de dictadura y a 35 años de gobiernos de centro derecha en lo económico y ambiguos en lo político y social. 

En vista de los pocos avances y resultados que se han tenido estos últimos años, con el que sería el primer gobierno de izquierda y ante el olor a sangre por la falta de liderazgo de las izquierdas. Hoy por hoy, la derecha chilena se canibaliza cada día más. Y a lo menos, pretenden llegar al sillón del reino de Chile con 5 candidatos.

Evelyn Matthei, que aparece primera en las encuestas y con mucha carrera, llegó a la política gracias al apellido de su padre, miembro de la Junta Militar. Y pese a que ella, y muchos medios, la anuncian como economista, nunca se tituló. Siempre ha trabajado para el estado, ocupando muchos cargos públicos y en lo personal, fue parte de los amigos de Colonia Dignidad y por lo tanto, cercana a pedófilos probados como Paul Schäfer y acusados como el fallecido Jovino Novoa.

Defendió a Daniel López durante su dulce estadía en Londres y se juramentó nunca sacar la basura de las embajadas de Gran Bretaña y España hasta que lo soltaran. Seguramente fue engañada, como a muchos de su mundo, para pagar a los abogados de Pinochet, ¿se sentirá cándida o fanática si se le hace esa pregunta?, cómo lo vamos a saber.

Cuando Augusto salió libre siguió con su carrera política, incluso fue candidata presidencial hace más de una década y si le va bien, quiere vivir del Estado hasta que muera. Los actuales sectores de derecha la definen como parte de la derecha blanda, aquella que negocia sus convicciones y que llega a acuerdo con la izquierda.

Johannes Maximilian Kaiser Barents-Von Hohenhagen, claramente hijo o nieto de inmigrantes. Un chileno de verdad, de esos que nunca ha trabajado en Chile, excepto el tiempo que ha pasado en la Cámara de Diputados y Diputadas en Valparaíso.

Estudió muchas carreras y no terminó ninguna. Pero gracias a un financiamiento que no conocemos, pudo viajar y trabajar en Europa (no sabemos de su desempeño, pero en pocos años fueron varios). Lamentablemente no conoce cómo viven y trabajan los chilenos, y se hizo conocido por su discurso intransigente y sus posturas conservadoras a través de las redes sociales.

Fachilandia es su mundo. Y sus electores son los mismos que de seguro votaron a Bellolio, Sichel o Espinoza. Si sale Presidente tendría una pega por 4 años y no importa lo que pase, le permitiría mantenerse del Estado de por vida. El representa a la derecha dura, esa que es intransigente y no está dispuesta a cambiar nada.

José Antonio Kast, a esta altura ya es el eterno candidato. Otro verdadero chileno que, siendo parte de la derecha dura, es un político antiguo. De abuelos inmigrantes, su familia fue famosa por los asesinatos de campesinos al inicio de la dictadura. Poco se puede decir de este personaje, tan intransigente y conservador en sus posturas como Kaiser. Tiene más experiencia y es parte de varios grupos de ultraderecha que tienen vínculos por el mundo, por lo cual, no necesita sólo de sus ingresos para financiar una campaña política.

Además cuenta con un grupo de legionarios que se sienten decepcionados por las posturas de la UDI que, pese a que fue el brazo político de la dictadura, tiene un lado popular y que sabe que existe un mundo enorme en Chile que vota en base a sus necesidades individuales, sin postura e ideología y que espera que algo pueda obtener de cada elección. 

Tampoco es muy trabajador, lleva 8 años de candidato y necesita que su sector gane las elecciones para justificar tanto gasto. Se le vincula con negocios en paraísos fiscales y su mayor debilidad es que su partido perdió la oportunidad de escribir la nueva constitución.

Los otros dos candidatos, pese a que llevan mucho tiempo están bastante debilitados, ya que el espacio que utiliza Rodolfo Carter y Franco Parisi, hoy está cubierto por Kaiser, Kast y algo de la derecha blanda. Por lo cual, solo les queda el espacio de gente que está descontenta con la política tradicional, que no le importa si el país vive en democracia o en dictadura, pero que necesita mantener su trabajo para salvar todos los días. Pero si le metemos delincuencia a estas necesidades, no les queda mucho espacio para crecer. Todos sabemos que Parisi, no vive en Chile y si tal vez Carter tuviese un poco más de carisma, sería el único que conoce, a lo menos, como vive la gente de clase media en una populosa comuna como lo es La Florida, pero su sector lo considera poca cosa para ser su gobernante.

Todos quieren ser presidentes, lo malo es que no conocen cómo se vive en Chile. Creen que deben imponernos la forma de vivir, tienen un discurso antiinmigrante, pese a que todos son descendientes casi directos de estos y creen que tienen la solución mágica para disminuir la sensación de delincuencia, que los medios y políticas poco afortunadas han generado. 

Ante un candidato de izquierda medianamente con algo de carisma, saben que sólo uno llegará a la segunda vuelta y con algo de suerte, si los sectores de izquierda no se toman en serio las próximas elecciones, podría ser rey o reina de Chile.

Alfredo Martinez

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